Historia de la Vaca
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La historia cuenta que un viejo maestro
deseaba enseñar a uno de sus discípulos por qué muchas personas viven atadas a
una vida de mediocridad y no logran superar los obstáculos que les impiden
triunfar. No obstante, para el maestro, la lección más importante que el joven
discípulo podía aprender era observar lo que sucede cuando finalmente nos
liberamos de aquellas ataduras y comenzamos a utilizar nuestro verdadero
potencial.
Para impartir su lección al joven aprendiz, aquella tarde el maestro había decidido visitar con él algunos de los lugares más pobres y desolados de aquella provincia.
Después de caminar un largo rato encontraron la que consideraron la más humilde de todas las viviendas.
Aquella casucha a medio derrumbarse, que se encontraba en la parte más distante de aquel caserío, debía ser -sin duda- alguna la más pobre de todas. Sus paredes milagrosamente se sostenían en pie, aunque amenazaban con derribarse en cualquier momento; el improvisado techo dejaba filtrar el agua, y la basura y los desperdicios que se acumulaban a su alrededor daban un aspecto decrépito a la vivienda.
Sin embargo, lo más sorprendente de todo era que en aquella casucha de 10 metros cuadrados pudiesen vivir ocho personas. El padre, la madre, cuatro hijos y dos abuelos se las arreglaban para acomodarse en aquel lugar.
Sus viejas vestiduras y sus cuerpos sucios y malolientes eran prueba del estado de profunda miseria reinante.
Curiosamente, en medio de este estado de escasez y pobreza total, esta familia contaba con una posesión poco común en tales circunstancias: una vaca.
Una flacuchenta vaca que con la escasa leche que producía, proveía a aquella familia con el poco alimento de algún valor nutricional. Pero más importante aún, esta vaca era la única posesión material de algún valor con que contaba aquella familia. Era lo único que los separaba de la miseria total.
Y allí, en medio de la basura y el desorden, pasaron la noche el maestro y su novato discípulo. Al día siguiente, muy temprano y sin despertar a nadie, los dos viajeros se dispusieron a continuar su camino. Salieron de la morada y antes de emprender la marcha, el anciano maestro le dijo a su discípulo: “Es hora de que aprendas la lección que has venido a aprender”.
Sin que el joven pudiese hacer nada para evitarlo, el anciano sacó una daga que llevaba en su bolsa y degolló la pobre vaca que se encontraba atada a la puerta de la vivienda, ante los incrédulos ojos del joven.
Maestro, dijo el joven: “¿Qué has hecho? ¿Qué lección es ésta, que amerita dejar a esta familia en la ruina total? ¿Cómo has podido matar esta pobre vaca, que representaba lo único que poseía esta familia?”
Haciendo caso omiso a los interrogantes del joven, el anciano se dispuso a continuar la marcha, y maestro y discípulo partieron sin poder saber que suerte correría aquella familia ante la pérdida de su única posesión.
Durante los siguientes días, una y otra vez, el joven era confrontado por la nefasta idea de que, sin la vaca, aquella familia seguramente moriría de hambre.
Un año más tarde, los dos hombres decidieron regresar nuevamente por aquellos senderos a ver que suerte había corrido aquella familia. Buscaron la humilde posada nuevamente, pero en su lugar encontraron una casa grande. Era obvio que la muerte de la vaca había sido un golpe demasiado fuerte para aquella familia, quienes seguramente habían tenido que abandonar aquel lugar y ahora, una nueva familia, con mayores posesiones, se había adueñado de aquel lugar y había construido una mejor vivienda.
¿Adónde habrían ido a parar aquel hombre y sus hijos? ¿Qué habría sucedido con ellos? Todo esto pasaba por la mente del joven discípulo mientras que, vacilante, se debatía entre tocar a la puerta y averiguar por la suerte de los antiguos moradores o continuar el viaje y evitar confirmar sus peores sospechas.
Cual sería su sorpresa cuando del interior de aquella casa salió el hombre que un año atrás le diera morada en su vivienda. ¿Cómo es posible? preguntó el joven. Hace un año en nuestro breve paso por aquí, fuimos testigos de la profunda pobreza en que ustedes se encontraban. ¿Qué ocurrió durante este año para que todo esto cambiara?
Ignorante del hecho de que el discípulo y su maestro habían sido los causantes de la muerte de su vaca, el hombre relató como, coincidencialmente, el mismo día de su partida, algún maleante, envidioso de su vaca, había degollado salvajemente al animal.
El hombre continuó relatándole a los dos viajeros cómo su primera reacción ante la muerte de la vaca había sido de desesperación y angustia. Por mucho tiempo, la vaca había sido su única fuente de sustento. El poseer esta vaca le había ganado el respeto de sus menos afortunados vecinos, quienes envidiaban no contar con tan preciado bien.
Sin embargo, continuó el hombre, poco después de aquel trágico día, decidimos que a menos que hiciéramos algo, muy probablemente, nuestra propia supervivencia estaría en peligro. Así que decidimos limpiar algo del terreno de la parte de atrás de la casucha, conseguimos algunas semillas y decidimos sembrar vegetales y legumbres con los que pudiésemos alimentarnos.
Después de algún tiempo comenzamos a vender algunos de los vegetales que sobraban y con este dinero compramos más semilla y comenzamos a vender nuestros vegetales en el puesto del mercado. Así pudimos tener dinero suficiente para comprar mejores vestimentas y arreglar nuestra casa. De esta manera, poco a poco, este año nos ha traído una vida nueva.
El maestro, quien había permanecido en silencio, prestando atención al fascinante relato del hombre, llamó al joven a un lado y en voz baja le preguntó:
¿Tú crees que si esta familia aún tuviese su vaca, estaría hoy donde ahora se encuentra?
Seguramente no, respondió el joven.
¿Si ves? Su vaca, fuera de ser su única posesión, era también la cadena que los mantenía atados a una vida de mediocridad y miseria.
Al no contar más con la falsa seguridad que les proveía el sentirse poseedores de algo, así no fuese más que una flacuchenta vaca, debieron tomar la decisión de buscar algo más.
En otras palabras, la misma vaca que para sus vecinos era una bendición, les había dado la sensación de poseer algo de valor y no estar en la miseria total, cuando en realidad estaban viviendo en medio de la miseria.
Así es cuando tienes poco. Lo poco que tienes se convierte en un castigo, ya que no te permite buscar más. No eres feliz con ello, pero no eres totalmente miserable. Estás frustrado con la vida que llevas, más no lo suficiente como para querer cambiarla. ¿Ves lo trágico de esta situación?
Cuando tienes un trabajo que odias, que no suple tus necesidades económicas mínimas y no te trae absolutamente ninguna satisfacción, es fácil tomar la decisión de dejarlo y buscar uno mejor. No obstante, cuando tienes un trabajo del cual no gustas, que suple tus necesidades básicas pero no te ofrece la oportunidad de progresar; que te ofrece cierta comodidad pero no la calidad de vida que verdaderamente deseas para ti y tu familia, es fácil conformarte con lo poco que tienes.
Muchos de nosotros también tenemos vacas en nuestra vida. Ideas, excusas y justificaciones que nos mantienen atados a la mediocridad, dándonos un falso sentido de estar bien cuando frente a nosotros se encuentra un mundo de oportunidades por descubrir. Oportunidades que sólo podremos apreciar una vez hayamos matado nuestras vacas.
Fuente: Camilo Cruz (Liderazgo y Mercadeo)
Para impartir su lección al joven aprendiz, aquella tarde el maestro había decidido visitar con él algunos de los lugares más pobres y desolados de aquella provincia.
Después de caminar un largo rato encontraron la que consideraron la más humilde de todas las viviendas.
Aquella casucha a medio derrumbarse, que se encontraba en la parte más distante de aquel caserío, debía ser -sin duda- alguna la más pobre de todas. Sus paredes milagrosamente se sostenían en pie, aunque amenazaban con derribarse en cualquier momento; el improvisado techo dejaba filtrar el agua, y la basura y los desperdicios que se acumulaban a su alrededor daban un aspecto decrépito a la vivienda.
Sin embargo, lo más sorprendente de todo era que en aquella casucha de 10 metros cuadrados pudiesen vivir ocho personas. El padre, la madre, cuatro hijos y dos abuelos se las arreglaban para acomodarse en aquel lugar.
Sus viejas vestiduras y sus cuerpos sucios y malolientes eran prueba del estado de profunda miseria reinante.
Curiosamente, en medio de este estado de escasez y pobreza total, esta familia contaba con una posesión poco común en tales circunstancias: una vaca.
Una flacuchenta vaca que con la escasa leche que producía, proveía a aquella familia con el poco alimento de algún valor nutricional. Pero más importante aún, esta vaca era la única posesión material de algún valor con que contaba aquella familia. Era lo único que los separaba de la miseria total.
Y allí, en medio de la basura y el desorden, pasaron la noche el maestro y su novato discípulo. Al día siguiente, muy temprano y sin despertar a nadie, los dos viajeros se dispusieron a continuar su camino. Salieron de la morada y antes de emprender la marcha, el anciano maestro le dijo a su discípulo: “Es hora de que aprendas la lección que has venido a aprender”.
Sin que el joven pudiese hacer nada para evitarlo, el anciano sacó una daga que llevaba en su bolsa y degolló la pobre vaca que se encontraba atada a la puerta de la vivienda, ante los incrédulos ojos del joven.
Maestro, dijo el joven: “¿Qué has hecho? ¿Qué lección es ésta, que amerita dejar a esta familia en la ruina total? ¿Cómo has podido matar esta pobre vaca, que representaba lo único que poseía esta familia?”
Haciendo caso omiso a los interrogantes del joven, el anciano se dispuso a continuar la marcha, y maestro y discípulo partieron sin poder saber que suerte correría aquella familia ante la pérdida de su única posesión.
Durante los siguientes días, una y otra vez, el joven era confrontado por la nefasta idea de que, sin la vaca, aquella familia seguramente moriría de hambre.
Un año más tarde, los dos hombres decidieron regresar nuevamente por aquellos senderos a ver que suerte había corrido aquella familia. Buscaron la humilde posada nuevamente, pero en su lugar encontraron una casa grande. Era obvio que la muerte de la vaca había sido un golpe demasiado fuerte para aquella familia, quienes seguramente habían tenido que abandonar aquel lugar y ahora, una nueva familia, con mayores posesiones, se había adueñado de aquel lugar y había construido una mejor vivienda.
¿Adónde habrían ido a parar aquel hombre y sus hijos? ¿Qué habría sucedido con ellos? Todo esto pasaba por la mente del joven discípulo mientras que, vacilante, se debatía entre tocar a la puerta y averiguar por la suerte de los antiguos moradores o continuar el viaje y evitar confirmar sus peores sospechas.
Cual sería su sorpresa cuando del interior de aquella casa salió el hombre que un año atrás le diera morada en su vivienda. ¿Cómo es posible? preguntó el joven. Hace un año en nuestro breve paso por aquí, fuimos testigos de la profunda pobreza en que ustedes se encontraban. ¿Qué ocurrió durante este año para que todo esto cambiara?
Ignorante del hecho de que el discípulo y su maestro habían sido los causantes de la muerte de su vaca, el hombre relató como, coincidencialmente, el mismo día de su partida, algún maleante, envidioso de su vaca, había degollado salvajemente al animal.
El hombre continuó relatándole a los dos viajeros cómo su primera reacción ante la muerte de la vaca había sido de desesperación y angustia. Por mucho tiempo, la vaca había sido su única fuente de sustento. El poseer esta vaca le había ganado el respeto de sus menos afortunados vecinos, quienes envidiaban no contar con tan preciado bien.
Sin embargo, continuó el hombre, poco después de aquel trágico día, decidimos que a menos que hiciéramos algo, muy probablemente, nuestra propia supervivencia estaría en peligro. Así que decidimos limpiar algo del terreno de la parte de atrás de la casucha, conseguimos algunas semillas y decidimos sembrar vegetales y legumbres con los que pudiésemos alimentarnos.
Después de algún tiempo comenzamos a vender algunos de los vegetales que sobraban y con este dinero compramos más semilla y comenzamos a vender nuestros vegetales en el puesto del mercado. Así pudimos tener dinero suficiente para comprar mejores vestimentas y arreglar nuestra casa. De esta manera, poco a poco, este año nos ha traído una vida nueva.
El maestro, quien había permanecido en silencio, prestando atención al fascinante relato del hombre, llamó al joven a un lado y en voz baja le preguntó:
¿Tú crees que si esta familia aún tuviese su vaca, estaría hoy donde ahora se encuentra?
Seguramente no, respondió el joven.
¿Si ves? Su vaca, fuera de ser su única posesión, era también la cadena que los mantenía atados a una vida de mediocridad y miseria.
Al no contar más con la falsa seguridad que les proveía el sentirse poseedores de algo, así no fuese más que una flacuchenta vaca, debieron tomar la decisión de buscar algo más.
En otras palabras, la misma vaca que para sus vecinos era una bendición, les había dado la sensación de poseer algo de valor y no estar en la miseria total, cuando en realidad estaban viviendo en medio de la miseria.
Así es cuando tienes poco. Lo poco que tienes se convierte en un castigo, ya que no te permite buscar más. No eres feliz con ello, pero no eres totalmente miserable. Estás frustrado con la vida que llevas, más no lo suficiente como para querer cambiarla. ¿Ves lo trágico de esta situación?
Cuando tienes un trabajo que odias, que no suple tus necesidades económicas mínimas y no te trae absolutamente ninguna satisfacción, es fácil tomar la decisión de dejarlo y buscar uno mejor. No obstante, cuando tienes un trabajo del cual no gustas, que suple tus necesidades básicas pero no te ofrece la oportunidad de progresar; que te ofrece cierta comodidad pero no la calidad de vida que verdaderamente deseas para ti y tu familia, es fácil conformarte con lo poco que tienes.
Muchos de nosotros también tenemos vacas en nuestra vida. Ideas, excusas y justificaciones que nos mantienen atados a la mediocridad, dándonos un falso sentido de estar bien cuando frente a nosotros se encuentra un mundo de oportunidades por descubrir. Oportunidades que sólo podremos apreciar una vez hayamos matado nuestras vacas.
Fuente: Camilo Cruz (Liderazgo y Mercadeo)
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Si hay algo dentro de nosotros que no nos deja progresar, DESHAGÁMONOS DE ÉSO!!!
ResponderEliminarQuizá conformismo, pereza, mediocridad... Enormes situaciones, que si siguen con nosotros nos vencerán!!!
Todo ser humano quiere tener éxito, pero espera a que llegue a él y no lo busca. Y está reflexión nos menciona que nuestra vida esta llena de muchas vacas que no nos dejan llegar al éxito y nos convertimos en personas mediocres. Pero para lograr el éxito y dejar la mediocridad o el conformismo, debemos dejar de buscar culpables y excusas, y entender que somos nosotros los culpables y somos nosotros quienes hemos construido esas ideas erróneas, o comúnmente llamadas "vacas" y que así como las construimos también nos podemos deshacer de ellas. Lo difícil es identificar las vacas y echarlas por un barranco para que desaparezcan de nosotros. Pero nunca es tarde, es momento de que saquemos esas vacas que nos estorban y nos hacen ser unas personas conformistas, para que podamos cumplir metas y llevarlas al éxito. Recordemos que el éxito nunca llega solo; hay que trabajar arduamente para conseguirlo.
ResponderEliminarLa historia de la vaca, increíblemente es similar al contexto de los guatemaltecos del área rural, ya que las personas de escasos recursos especialmente el área de Jocotán y Camotán, por varios años consecutivos se rindieron ante el pensamiento que eran extremadamente pobres, y estuvieron solo esperando la ayuda solidaria que el gobierno generosamente les proporcionaba.
ResponderEliminarLos seres humanos nos doblegamos con facilidad ante la precariedad de la vida, y nos rendimos al primer signo de derrota, o escases. Esperamos que se nos consuma hasta el último recurso para responder y comenzar a resolver nuestras dificultades, nunca nos valoramos como seres dotados con entendimiento, inteligencia, cualidades y capacidad para realizar obras que son casi imposibles.
En lo personal, desde que leí la historia de la vaca he tratado de analizar más a profundidad mis acciones, mis debilidades he tratado de reforzarlas con mis habilidades, y así, salir adelante y no estancarme en situaciones que fácilmente puedan resolverse.
Esta historia nos muestra una lección, no debemos de acomodarnos a lo que nos permita vivir en una vida miserable, debemos de empezar a matar esas vaquitas que muchas veces no nos damos cuenta que las llevamos dentro; yo en lo personal ya he matado varias pero aún me faltan, y estoy segura que en un día no muy lejano cuando menos piensen esas vacas van a desaparecer. Las vacas son un obtáculo en la vida de varias personas y familias completas, por eso en nuestra Guatemala la realidad no es la que deseamos. Pero creo que si todas la sociedad empieza matardo vacas el día de mañana veremos a esa Patria que siempre hemos deseado.
ResponderEliminarEsta es una muy bonita lección pues vemos en nuestro país y en muchos más alrededor del mundo personas que viven atenidas a sus ´´vacas´´, muchas personas detrás de un escritorio ganando un sueldo mínimo que no se actualizan llega un momento a ser obsoletas pues ay personal mejor capacitado para este puesto, personas que trabajan de sol a sol no aspiran a ser el mejor en la labor que desempeñan y así poder ser el encargado de su grupo, de esta manera podemos mencionar muchas formas de tener ´´vacas´´ que no nos permite aspirar más alto, en nuestra labor docente tenemos que estar constantemente matando nuestras vacas ya que la tecnología e información está a la vanguardia, nuestros alumnos nos exigen una mejor educación y nosotros somos los responsables de llevársela. Como, tenemos que estar capacitándonos, leer mucho, investigar, consultar con personas expertas, para no quedarnos atrás con los conocimientos y la tecnología que es lo que está muy de moda en nuestros tiempos.
ResponderEliminarDe mi punto de vista es que la labor docente es un camino muy duro y largo pero se puede recorrer, tenemos que poner mucho de nuestra parte y así conseguir ese objetivo de llevar una mejor educación a los alumnos de nuestro país para poder contribuir con una pequeña parte para mejoramiento de nuestro sistema de educación.
Que tema más interesante, aprendemos a vivir con las vacas o simplemente nos acomodamos a las circunstancias que la vida nos da.
ResponderEliminarConsidero que todos somos capaces de superarnos en la vida siempre y cuando nos tracemos nuestras propias metas, no vivamos aferrados a lo que tenemos luchemos por conseguir más y mejores cosas; así mismo en la educación aprendamos a ser mejores personas cada día para predicar con el ejemplo aprendamos a trazarnos metas y a luchar por conseguirlas no nos detengamos ante nada las oportunidades llegan solo hay que tener paciencia.
Luchemos con todo y seremos personas de éxito y aprendamos a mirar las cosas desde una perspectiva diferente.
Los humanos estamos rodeados muchas veces por vacas mala y nos acomodamos, nos volvemos ciegos y terminamos siendo mediocres. Todos somos capaces de trazarnos metas y lograrlas: Lo importante seria no tener miedo al futuro y prepararnos cada día para superarnos y ser mejor, tratar de rodearnos de personas que nos transmitan cosas positiva, abrir nuestros ojos hacia el futuro y salir adelante.
ResponderEliminarEs muy importante la historia de la vaca, en cada persona tenemos muchas vacas, pero conforme a las experiencias personales cada día hay que matarlas, y no dejar que se apoderen de nosotros, en lo personal me acostado mucho, pero gracias a los pensamientos positivos y los deseos de seguir adelante me he librado constantemente de ellos, en la actualidad y por los avances de la tecnología que se nos adelanta cada momento tenemos que matar esas vacas porque nos perjudica en nuestros trabajos, en nuestra familia y en los lugares que nos desenvolvemos. Convertirnos en más profesionales para transmitir buena vibra y ser buenos lideres .
ResponderEliminarEl ser humano tiende a ser conformista, y mantenerser en un solo puesto o lugar, porque cree que es lo único que puede hacer o tener en la vida o sencillamente cree que tiene lo mejor en sus manos, lo que no se da cuenta es que existe toda una gama de posibilidades en la vida que estan esperando ser descubiertas y tomadas en cuenta por él.
ResponderEliminarpor naturaleza el ser humano tiende a elegir lo más fácil o sencillo para realizar, esto es una mediocridad total en la que podemos caer todos.
no caigamos nosotros como estudiantes de la universidad en la mediocridad y conformismo, sintiendonos satisfechos con la mínima nota que nos exige la universidad para ganar un curso.
Debemos realizar nuestras tareas con el único propósito de aprender bien para enseñar bien.
Los conocimientos que logremos acumular nadie nos los puede quitar y nosotros como profesionales tenemos la obligación de no quedarnos con ellos porque de nada nos serviría, debemos transmitirlos para que este conocimiento adquirido cumpla su ciclo de función y sea fructífero en nosotros y en los demás.
nos deja una impresionante leccion, de como nos aferramos a las cosas somos tan practicos quw ni siquiera nos damos cuenta que podemos ser mejores que tenemos demasiadas habilidades y que si las explotamos llegaremos hacer lo inmaginable.
ResponderEliminarpor otra parte creo que lo mas dificil y lo que nos cuesta alcanzar es lo que mas amamos y disfrutamos, hay personas que no comprendemos que si nos esforzamos un poquito serermos la diferencia y sobre todo el ejemplo a seguir con una profesion tan linda como la docencia.
Muchas veces vivimos en un mundo en el cual nos sentimos amarrados a una sola cosa, más bien sentimos que sin esa cosa no podemos vivir, esto puede ser una costumbre o una cosa de valor. Se puede decir que vivimos ciegos, por que no podemos ver hacia un futuro, por que si haríamos otra cosa podríamos salir adelante. Esas mentadas vacas son las que nos hacen pobres y no nos dejan salir del abismo en el que vivimos, es por eso que si aún no lo hemos hecho es momento de que ya empecemos a matarlas, por si queremos triunfar en la vida y ser unas personas de bien.
ResponderEliminarTodos tenemos vacas que no nos permiten ver mas allá de lo que tenemos. Somos tan conformistas, nos conformamos con lo poco que tenemos. A todos Dios nos ha dado dones, cualidades, etc. y debemos aprovecharlas, a veces las oportunidades solo se nos dan una sola vez y por temor a fracasar las desaprovechamos. Debemos ser perseverantes, dar todo de si y nunca decir no puedo ya que excusas, pretextos siempre van a existir y no nos permiten alcanzar lo que nos proponemos. Muchas veces culpamos a los demás de lo que nos pasa, cuando es uno mismo el responsable de lo bueno o malo que nos sucede
ResponderEliminarEn otras palabras, la misma vaca que para sus vecinos era una bendición, les había dado la sensación de poseer algo de valor y no estar en la miseria total, cuando en realidad estaban viviendo en medio de la miseria.
ResponderEliminarAsí es cuando se tiene poco. Lo poco que tienes se convierte en un castigo, ya que no te permite buscar más. No eres feliz con ello pero eres totalmente miserable.
Muchos de nosotros también tenemos vacas en nuestra vida, ideas, excusas y justificaciones que nos mantienen atados a la mediocridad, dándonos un falso sentido de estar bien cunado frente a nosotros se encuentra un mundo de oportunidades por descubrir.
Oportunidades que solo podremos una vez hayamos matado nuestras vacas.
La Vaca simboliza todo aquello que te detiene atado a la mediocridad. Una Vaca también puede ser una excusa, también puede ser un pensamiento ilógico que te paraliza y no te deja actuar.
Curiosamente muchas de las vacas que nos mantienen a una vida mediocre ha sido obsequio de otras personas y aceptamos su programación negativa (Vaca) sin cuestionamientos. Al hacer esto permitimos que siembren en nuestra mente falsas creencias que nos limitan física, emocional e intelectualmente.
Debemos de tomar en cuenta, que el futuro, no tiene que ser igual al pasado.
“Todos debemos cambiar, aprender y crecer”
La historia de la vaca nos recuerda que como seres humanos a veces, nos acomodamos a estar en un solo lugar nos da miedo cambiar y enfrentar nuevos retos y como esta historia asta que no tenemos un problema que nos obligue a cambiar nuestra vida siempre seguiremos teniendo La Vaca.
ResponderEliminarLa historia de la vaca nos recuerda que como seres humanos a veces, nos acomodamos a estar en un solo lugar nos da miedo cambiar y enfrentar nuevos retos y como esta historia asta que no tenemos un problema que nos obligue a cambiar nuestra vida siempre seguiremos teniendo La Vaca.
ResponderEliminarEsta historia nos enseña claramente como los humanos somos, conformistas, incapaz de ver hacia un futuro pleno, deseamos que todo llegue sin buscarlo.
Eliminarpensamos que todo lo que tenemos es suficiente, nunca pensamos en algo mucho mejor. Debemos de saber hacia donde vamos, sin ponernos obstáculos ni limites en nuestro camino ni mucho menos depender de nada, muchas veces pensamos que nosotros tenemos lo suficiente, pero en realidad nada es suficiente, todo es igual a nada, es por eso que mañana tengo que tener mas que ayer y hoy...... hay que matar nuestra propia (s) vaca (s) .
Es una historia real para reflexionar sobre nuestra vida, lo que somos, lo que queremos ser, lo que tenemos y lo que queremos tener. Nos ayuda a comprender que somos lo que queremos ser, estamos donde estamos porque asi nos sentimos cómodos o porque según nosotros todas las puertas que nos ayudarían a cambiar nuestro estilo de vida estan cerradas, pero somos nosotros los que tenemos que hacer que toda puerta se abra y solo lo lograremos cambiando nuestra actitud, fijando metas y venciendo nuestros miedos.
ResponderEliminarNo debemos conformarnos con sobrevivir con lo poco que tenemos siempre debemos de buscar la manera de salir adelante y anhelar mucho más día con día, porque muchas veces por la pereza o conformismo nos quedamos estancados sin poder ver hacia un futuro prometedor, no debemos aferrarnos a una sola cosa o un solo ingreso debemos buscar siempre lo mejor para nosotros mismos y nuestra familia.
ResponderEliminarLa vaca.
ResponderEliminarEn todo el mundo habemos personas que nos atamos a algo para sobre salir en cualquier ambito social por ello debemos ser siempre personas que buscamos ser mejor en cual quier parte y tener una postura de ser algo nuevo para mejorar en todos los ambitos.
No dejar que otras personas nos roben los sueños que tenemos luchar por lo que queremos y obtener los resultados que deciamos y dar siempre lo mejor que podamos y ayudar a las personas que de verdad necesite de nuestra ayuda y dejar atras las vacas que nos aten al fracaso.
La historia de la vaca
ResponderEliminarA mí me quede impresionado con la historia de la vaca es una historia de que nos habla muchos en la vida de una familia que vivían en una extrema pobreza, esta familia cuando llego el maestro con su discípulo ellos no sabía lo que maestro le iban a hacer.
A mi llama la atención esta historia de la vaca nos dice de muchas manera de cómo hacemos para matar la vaca que tenemos que hacer de perder el miedo como los estudiantes tenemos que matar esa vaca que tenemos nosotros, 1ro: nosotros como los estudiantes tenemos un palabra al hacer cualquier cosas “ES QUE NO PODEMOS” Tenemos de quitar o matar esta palabra como dice la historia, 2do: Es que uno debe de mejor el mismo, 3ro: Con la ayuda del docente deben de mejorar en los aprendizajes, tenemos que guiar al docente, 4to: Debemos ser positivo en cualquiera que nos toca, perdamos el miedo sacamos esa mala cosas que tenemos así como le ocurrió en esta familia, sino hubiera matado la vaca ellos siguieron así como estaban, estudiantes somos debemos ser el cambio nosotros mismo en otras palabras dice “cuando vayas ve al frente ve por ti y por lo que amas”.
En otras de las cosas nosotros no sabemos si somos mejores o no, pero algún día llegaremos de ser los maestros profesionales así como le había pasado a esta familia que en cuantos años adelantes ya tenía bienes.
Si nosotros quedemos con este poco de idea que tenemos quiere decir que no hemos matado la vaca, Muchos de nosotros también tenemos vacas en nuestra vida. Ideas, excusas y justificaciones que nos mantienen atados a la mediocridad, dándonos un falso sentido de estar bien cuando frente a nosotros se encuentra un mundo de oportunidades por descubrir. Oportunidades que sólo podremos apreciar una vez hayamos matado nuestras vacas.
Una de las cosa es que nosotros acostumbramos de quedarnos con lo que tenemos, la realidad no es así sino es buscar más oportunidades para salir adelante. DEBEMOS DE SER FIRME COMO UN GENERAL.
Esa Historia nos ayuda a reflexionar y darnos cuenta que merecemos algo mejor y que no por estar acostumbrados a vivir con lo menos, no podemos luchar por conseguir algo mejor. En la vida hay que luchar para alcanzar cosas mejores porque las merecemos y no tenemos que tener miedo al cambio porque si nos esforzamamos vamos a vivir en un mejor ambiente.
ResponderEliminarEs increible leer la historia de la vaca .... es recordar lo que vivi con mi familia, regresar al tiempo y ver lo que mi mama ha logrado con tanto esfuerzo, esmero, y deseo de lucha y superacion. Salir adelante, sin temor de volver a caer, sin tenerle miedo a los cambios, luchar por lo que queremos sin limitarnos y dar lo mejor de nosotros, porque si se puede tener algo mucho mejor de lo que ya hemos tenido...
ResponderEliminarLa historia de la vaca, es una reflexión muy bonita deja una gran lección ya que solo nosotros mismos somos los culpables de que exista tantas vacas, nos dejamos estar, nos conformamos con lo que tenemos y no hacemos por donde salir adelante, todos somos capaces de realizar lo que queremos nunca debemos de darnos por vencidos y dejemos que salgan todas esa vacas que llevamos dentro...
ResponderEliminarla histotia aparte de interezante nos da varias lecciones, primero que muchas veces nos pasa lo que le paso a la familia, los dueños de la vaca, acomodarse con lo q tenían y pensar q no podian salir adelante por la pobreza que tenían, pero que al matar el sabio la vaca, ellos tuvieron que salir adelante por sus propios medios a pesar d que pensaron que al morir la vaca ellos moririan de hambre porque eso era el unico sustento que tenían, muchas veces nos pasa a nosotros eso pensamos que tenemos lo que podemos y no nos animamos a salir adelante porque tenemos miedo a las críticas y no salimos adelante, tendríamos que matar a nuestras vacas para salir adelante
ResponderEliminarAl igual que esta familia del relato muchas veces nos conformamos con lo que tenemos o poseemos y como creemos estar bien no buscamos mejores oportunidades ni nos preocupa nada más que vivir con lo poco que tenemos sin ver que lo que posiblemente para nosotros es todo es lo que verdaderamente nos ata para no buscar más allá esta historia nos deja una gran enseñanza pero más que eso nos reta a que matemos nuestras vacas y no tengamos miedo al cambio y nos enfrentemos a cosas grandes buscando ser mejores como personas no solo en lo material si no en nuestra vida social y moral porque todos somos capaces de lograr cosas grandes y mejores.
ResponderEliminaresta historia nos deja un gran mensaje muy grande que por mucho que tengamos un problema todo tiene solución y que como seres humanos somos capaces de todo, de lograr nuestras metas, así como de nuestros sueños, nunca rendirnos y luchar por lo que queremos aveces nos aferramos a cosas que jamas nos traerán cosas nuevas, si no que solo te tienen ahí paralizado y por miedo no las realizamos porque pensamos que no vamos a poder salir o que vamos a perder. el que no arriesga jamas sabrá si ganara y que en un futuro todos sus sueños se aran realidad.
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